La implementación de un sistema de gestión ambiental implica definir políticas ambientales, identificar aspectos e impactos ambientales, establecer objetivos y metas, desarrollar procedimientos, capacitar al personal, monitorear y medir el desempeño ambiental, tomar acciones correctivas, y revisar continuamente el sistema para mejorar la gestión y cumplir con normativas ambientales.